El hombre del espejo

- Hace años, al final de la celebración con mis amigos de entonces por haber aprobado unos cursos académicos, encontré entre la bolsa de mi chaqueta una caja pequeña que contenía un espejo con marco de lámina plateada, envuelto en una hoja de papel gastado, probablemente arrancada de algún libro de bolsillo entre las páginas 45 y 48. Aún guardo el objeto furtivo con la esperanza de que algún día alguien me revele su origen. Mientras tanto lo saco de vez en cuando y medito en ese texto...:
Cuando tengas lo que quieres por tu esfuerzo y el mundo te hace Rey por un día, sólo ve al espejo y mírate a ti mismo: observa qué es lo que el hombre tiene qué decir.
En esta ocasión no es lo que piensan tu padre, tu madre, tu cónyuge o tus amigos, por cuyos juicios sueles pasar. Quien tiene el veredicto que más cuenta en tu vida es el hombre que refleja el espejo.
Algunas gentes pueden pensar que eres admirable y decirte que eres un ser maravilloso, pero el hombre del vidrio dice que sólo eres un fanfarrón si no puedes verlo directo a los ojos. Él es la persona a quien hay que agradar. No importa lo que opinen los demás, él te acompañará hasta el final y tú sabrás si has superado las pruebas en tu vida sólo si el hombre del espejo considera que aún eres su amigo.
Tú podrás engañar a todo el mundo durante años y recibir palmadas en el hombro, pero tu premio final serán lágrimas y un corazón dolido si le has hecho trampa al hombre del vidrio.
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